Moros haitianos

24-11-2022
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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Gobernar un país es tarea adulta, requiere cordura y madurez 

Vender el tema haitiano como si fuera una cruzada entre moros y cristianos, barbarie o civilización no es bueno, eso puede ser peligroso.

Haití es una realidad, se mueven allá y aquí, comen y viven en medio de sus miserias y son usados como escudo para ocultar muchas de las nuestras.

La frontera real no existe, hace años que la frontera dominico haitiana es una espiral animada que se mueve en Bávaro, Punta Cana, Arroyo Hondo y todos los pueblos y barrios del pais.

Desde el gobierno están manejando con torpeza la situación en Haití. 

Es un tema delicado, de alta política y fina diplomacia, envuelve múltiples factores e intereses que hay que saber manejar con tacto y prudencia para no abrir frentes innecesarios dentro y fuera del país.

Pero que va, el Gobierno prefiere complacer las gradas nacionalistas y antihaitianas animando una política de odio que a nada bueno conduce, y de paso se regodea en su propia naturaleza.

Es una muchachada reducir la política migratoria a » La Camiona» y de paso venderlo desde palacio como un logro.

Sea cual sea el curso que tomen los acontecimientos en Haití, República Dominicana está implicada.

Lo mejor es jugar una buena y discreta estrategia en donde seamos parte política de las soluciones.

Es al pueblo dominicano a quien más le conviene que el pueblo haitiano encuentre caminos en donde pueda tener comida, salud, educación, trabajo y mucha paz.

Gobernar es calmar los ánimos en tiempos de crisis, jamás un juego para muchachos vestidos de patriotas baratos y cobardes que animan las gradas, muchas veces con rabietas y soberbias que se pagan caras.